En cada un@ de nosotr@s existe la frecuencia del ritmo de la vida, está presente las 24 horas del día, pero por circunstancias nos desintonizamos de este ritmo: traumas físicos, emocionales, diferentes experiencias por las que pasamos, hacen que nos distanciemos de este pulso vital.
Por medio de la interacción del terapeuta-paciente buscamos sintonizar de nuevo con esta frecuencia de la salud y todo su potencial. Está siempre presente y lo podemos percibir en lo cotidiano a través de diferentes experiencias: cuando presenciamos un anochecer, observamos el mar o la mirada inocente de un bebé,… este potencial está siempre a nuestra disposición, el cielo está cubierto por las nubes pero el sol siempre está brillando aunque no lo veamos; lo mismo ocurre en nuestro sistema, el potencial de salud está actuando siempre aunque presentemos cualquier tipo de problemática. Este flujo energético aparece de forma espontánea durante la sesión de osteopatía biodinámica, se puede percibir como una sensación de armonía, momento de profunda conexión donde sientes que formas parte de un Todo, como una pieza que encaja en un macro puzzle. El terapeuta es un facilitador para alcanzar esta sincronización, donde las puertas de la salud están plenamente disponibles para que el cuerpo contacte con la sabiduría innata del cuerpo y sintonice con el potencial de vida inundando al ser por completo, en el plano físico, emocional y mental.
El terapeuta está en una actitud abierta y de presencia auténtica, a través del tacto escucha plenamente al ser y sus necesidades sin juicios. El cuerpo al sentirse escuchado desde este estado es capaz de encauzarse por sí mismo en su proceso de salud, las distorsiones que se manifiestan por medio de la enfermedad se ven bañadas por este flujo de vida.
La sesión discurre en un entorno seguro y confortable, para que la persona pueda entregarse al proceso, que tendrá una duración aproximada de 45 minutos, las horas siguientes tras la sesión es recomendable no hacer grandes esfuerzos, disponer de tiempo para descansar, así apoyamos a estas fuerzas innatas del organismo para que sigan ejerciendo todo su potencial curativo.